Vacaciones S.A.T.I. (3ª parte)

Miércoles 24 de Septiembre

El viaje infernal

De nuevo Joste se levantó temprano para ir a currar y Sarita y yo seguimos durmiendo un rato más. Una vez que nos levantamos Sara se dió cuenta de que "caperucita roja" había venido a visitarla...ouchhhhhhh!!!! Qué fastidio!!! Así que estuvimos metidas en casita toda la mañana, Sara se echó un buen sueñecito acurrucada en el sofá. Para ir todos juntitos a la estación decidimos comer en casa de Joste. Nos preparó una comidita rica rica...Nunca había tenido tantos visitantes en su micropiso. Ya no sé cuántos estuvimos...pero no se cuentan con los dedos de una mano, jajajajaaja...

Después de comer, y de la cháchara y demás nos dimos cuenta de que se estaba haciendo tarde, y me puse a preparar mi maleta (ejem...saltando encima que estuve hasta que logré cerrarla...) y nos pusimos en marcha hacia la estación de bus, ya que nos esperaba un viaje de 5 horas a Granada.

Para llegar allí teníamos que coger un metro hasta Atocha y un cercanías...con tan mala pata que lo cogimos en el sentido opuesto, y como ya íbamos con el tiempo pegado al culete, vimos cómo nos daban las 17:30 irremediablemente y nosotros aún no habíamos llegado a la estación de bus, buaaaaaaaaaaaaaaaaaa

¿Qué significa esto? Pues que nos tuvimos que comprar un billete para el siguiente autobús, que resultó ser "El autobús maldito de las 18:30"

Ahora ya no había prisas, así que estuvimos pululando por toda la estación; compramos chuches, nos comimos un helado...hicimos pis...(Consejo: nunca olvidéis hacer pis antes de un viaje, ya que no sabéis cuántas horas va a durar) y finalmente dió la hora y montamos en el bus tras despedirnos de Joste, que se uniría a nosotras el viernes en Granada.

Ya de camino tejimos, charlamos...todo perfecto hasta la paradita de rigor a medio camino.

Cuando subimos después de la parada el conductor nos informó de que debido a las fuertes lluvias de los días anteriores había retenciones de tráfico, y que íbamos a tomar una ruta alternativa, pero...es que ni tiempo dió, porque nada más salir a la autovía el atasco ya era inmenso, y estuvimos parados alrededor de 1 hora. Para evitar el aburrimiento, pues hicimos el tonto más que nada, jajajajajajajjajaja...

Bueno, pensamos, tampoco tenemos prisa...pero no quedó ahí el asunto, ya que cuando reanudamos la marcha, a falta de 60 km para llegar a Granada nos volvimos a parar. Comenzaron a pasar ambulancias, guardia civil, bomberos, policía...y nosotros allí, quietecitos, en un puente de la autovía sin saber qué demonios había sucedido.

Al cabo de 1 hora de estar allí parados el conductor nos informó de que un trailer que circulaba en el otro sentido se había saltado la mediana, había volcado, y estaba atravesado en medio de la carretera, con lo cual, hasta que no viniese una grúa a llevárselo nosotros no reanudábamos el viaje. Y eso, para nuestra desgracia, no se sabía cuándo iba a ser, así que con mucha paciencia seguimos esperando, y esperando, y tejiendo...Vimos cómo a los coches les dejaban dar la vuelta, pero como estábamos en un puente de 2 carriles ni los camiones ni los autobuses podían maniobrar para dar la vuelta, así que la guardia civil lo que recomendó fue "Échense a dormir"

Ese fue el momento en que nos dimos cuenta de que el viaje, si ya era largo, iba a ser muchisisisisisisisiismo más largo todavía, y ante la resignación inicial, no nos quedaba otra que bromear e intentar pasarlo con la mejor de nuestras sonrisas. Nos hicimos amigas de dos chicas super saladas...Cogimos manía a una señora, alias "La Salvadora" (es que manda narices, que luego salimos de allí gracias a lo pesada que era la pobre...)

Entre pitos y flautas nos dieron las 3 de la madrugada y "La Salvadora" con toda su indignación se fue donde los guardias civiles a decir que a ella por qué no la rescataban en helicóptero, o la enviaban un taxi...o vete tú a saber qué...¡¡¡Sí, señora...Un cohete espacial van a enviar para rescatarla a usted!!! El caso es que la dijeron que si el conductor estaba dispuesto lo único que podíamos intentar era ir con el bus marcha atrás hasta encontrar un lugar donde dar la vuelta. Y finalmente eso hicimos. Tras varios kilómetros a paso de burra marcha atrás (sin ver nada, os recuerdo que eran las 3 de la madrugada...) llegamos hasta un sitio un poquito más ancho, donde el conductor logró con bastantes penurias maniobrar. No os digo más, que hasta le aplaudimos todos los pasajeros. Y bueno, a partir de ahí, en plan kamikaze por la autovía (bueno, estaba cortada, pero siempre impresiona, jajajajajaja...) hasta que llegamos a un desvío y pudimos salir a una carretera convencional.

A las 4 de la madrugada llegamos a la estación de Granada por fin. Muertitas estábamos. Allí nos esperaban pacientemente Salva y Fernando. Sara se fue con Fernando, y Silvia, Salva y yo nos montamos en el coche, camino a Salobreña (a casa de Silvia). El viaje era de otra hora aproximadamente, con lo cual, cuando ví la cama eran las 5:45 de la madrugada. ¡¡¡Definitivamente, un viaje muy muy largo!!!!

Mañana será otro día...zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz